Desde febrero de 2015 mi familia suma un componente añadido e inesperado. No es la primera vez que de repente infinidad de señales a nuestro alrededor parecen indicarnos un camino, como mudarnos de casa, cambiar de trabajo o vender la caravana. El caso es que durante varios días seguidos recibimos un buen número de estímulos que nos inclinaron sin remedio a, como hubiera dicho Piolín, adoptar un lindo gatito.
Contactamos con APA SOS BILBAO, una protectora de animales que durante todo el proceso nos demostró una gran seriedad así como una dedicación desinteresada que incluso cuesta dinero a sus voluntarios. Desarrollan un trabajo encomiable.
Desde entonces, una adorable Bibi, de rabito corto y extraño maullido, nos acompaña en el camino.
El día que se me ocurrió la posibilidad de donar a una causa un euro por cada ejemplar vendido, ahí estaba Bibi para recordarme, con su mirada esmeralda, sus orígenes. En ese preciso instante la decisión se tomó sola.
Así que ya sabéis, visitantes, si adquirís La venganza esquiva estaréis colaborando con APA SOS BILBAO.